https://youtu.be/41rkhuMXeVc
En el Colegio Carmen Sallés buscamos la educación integral de nuestro alumnado, por lo que no nos podemos olvidar de ayudarles a mejorar y controlar sus movimientos. La psicomotricidad es la psicología del movimiento, donde entra en contacto el cuerpo, la mente y las emociones del niño.
Por eso, desde este curso, hemos implantado en Educación Infantil un programa especial de psicomotricidad, para que nuesto alumnado de 3 a 5 años aprenda a través del movimiento, el juego y la música. Apostamos por la psicomotricidad en edades tan tempranas, porque somos conscientes de los beneficios físicos y psicológicos que supone para el desarrollo de nuestros alumnos.
Beneficios físicos y psicológicos
Por una parte, les ayuda a establecer un buen dominio y control del cuerpo, así como a crear de una correcta imagen de su cuerpo, fundamental en esta fase del crecimiento. Mejora el equilibrio, la lateralidad, la coordinación motora y el control postural, además de favorecer la orientación, tiempo-espacial.
En cuando a su mente, trabajamos la psicomotricidad de forma que ayude a nuestros alumnos a aumentar la memoria y la concentración. Asimismo, incrementa las relaciones sociales, al mismo tiempo que mejora la autoestima, eliminando miedos y superando de inseguridades.
Psicomotricidad en infantil
Todas las sesiones comienzan con juegos sencillos de calentamiento, en los cuales permite al alumno situarse en el aula o gimnasio, así como prepara a sus organismos para un buen rendimiento físico y para evitar alguna contracción muscular o alguna lesión física.
Posteriormente, continuamos con un circuito de gateo, ya que se considera un trabajo fundamental para el desarrollo integral del niño, ayudando posteriormente a desarrollar la autonomía y la curiosidad, mejorar el desarrollo muscular, incrementar la capacidad pulmonar, mejorar las destrezas manuales, para predisponerlos a una buena grafomotricidad, así como mejorar la coordinación óculo-manual que los prepara para el aprendizaje de la escritura. Además de todo esto el gateo va mucho más allá, ya que mejora en los niños las habilidades visuales que facilitan todos los procesos lectores, y ayuda a establecer una adecuada estructuración espacio-temporal.
Una vez terminado el tiempo del gateo, pasamos a la realización de circuitos donde se trabajan habilidades motrices básicas de los niños, y donde con la ayuda de diferentes materiales de aula, realizamos ejercicios de todo tipo de volteos, diferentes formas de desplazarnos (andar, correr, reptar, saltar…) y a distintas alturas, ejercicios de equilibrio sobre diferentes soportes, ejercicios de coordinación…
Después del tiempo destinado a la realización de estos circuitos pasamos al tiempo del juego libre con los materiales previamente trabajados y seleccionados por el docente. Estos tipos de juegos fomentan la experimentación, la observación y las relaciones sociales con sus compañeros.
Para finalizar las sesiones siempre hacemos una serie de ejercicios de relajación, ya que tiene numerosos beneficios como disminuir el estrés muscular y mental, aumenta la confianza en uno mismo, la memoria y la concentración, lo cual permite mejorar la calidad del aprendizaje, canaliza las energías de los niños, ajusta el nivel de activación y produce un bienestar global, mejora la circulación sanguínea, disminuye la angustia, los ataques de pánico y ayuda a eliminar el tartamudeo.
El desarrollo de estas sesiones se lleva a cabo mediante un método, donde se combina la psicomotricidad dirigida, donde el profesor propone los ejercicios a trabajar en cada sesión, para posteriormente dar paso a una psicomotricidad vivenciada, donde el niño, mediante el juego libre y con los materiales ya seleccionados, se desarrollan motrizmente de una manera autónoma, dejando volar la creatividad y la imaginación, con la supervisión y control del profesor.
Cabe resaltar que todas las sesiones de psicomotricidad, van acompañadas de una canción de diferentes estilos musicales, donde se le explica el autor, género musical y el titulo de esa pieza.